Debate sobre el estado de la Nación-II sesión

Ayer, pasado el plato fuerte del Debate y mientras en los pasillos los diputados populares aún se tiraban de los pelos por la mala actuación de su "líder" y los socialistas controlaban sus ganas de saltar y gritar de felicidad, el debate continuaba.

En la segunda sesión de este intenso y extenso debate ocurrió más o menos lo siguiente:

En el turno de palabra del PNV, Erkoreka acusó al PP de uso partidista del terrorismo, afeó a los populares su falta de voluntad para llegar a la unidad de los demócratas entorno a la lucha terrorista y alabó la voluntad de Zapatero para intentar llegar al fín del conflicto. Zapatero correspondió al PNV y agradeció su apoyo y fidelidad durante el proceso. Pero como no todo podían ser flores, Erkoreka recriminó a Zapatero su actitud ante el Plan Ibarretxe y el autogobierno vasco.

Cuando llegó el turno de IV (IU e ICV) ocurrió lo de siempre, mientras los dos portavoces del grupo (Llamazares y Herrera) hablaban, el hemiciclo estaba casi vacío. Llamazares primero y Herrera después acusaron a Zapatero de olvidarse de las políticas verdaderamente de izquierdas y le afearon que pacte con CIU en algunos temas. Llamazares le espetó a Zapatero: "Nos las vimos y nos la deseamos para llegar a esos 400 millones. Y ahora usted, de un plumazo, sin hablar con nadie, compromete 1.200 millones de euros para dar 2.500 por cada niño que nazca [es el coste anual de esa medida]. ¿Por qué en vez de esa medida no moviliza los tres millones de casas vacías que hay en España?". "Una política de izquierdas no es dar 2.500 euros a todo el que tenga un hijo, lo necesite o no. Ser de izquierdas es hacer la educación de cero a tres años gratuita, y ustedes se niegan".

Por parte del grupo mixto:

CC pidió apoyo del gobierno al nuevo estatuto de las islas.

BNG pidió nuevas competencias y mayor inversión para Galicia.

CHA se quejó del maltrato que a su juicio reciben de los socialistas, y Labordeta se despidió del Congreso.

NaBai denunció los ataques que recibe por parte del PP, ya que los conservadores han repetido hasta la saciedad que "pactar con Nafarro Bai, es abrirle las puertas a ETA".

EA reconoció los avances sociales pero recriminó la falta de voluntad para alcanzar un Estado plurinacional.

El día de ayer fue menos tenso, ya que la mayoría de los grupos minoritarios tienen bastantes buenas relaciones en varios aspectos con el Gobierno, y muchos de ellos han apoyado diferentes iniciativas legislativas.

Por otro lado el PP se volvió a quedar solo, ya que ningún grupo ha respaldado la petición de los conservadores, de que el Gobierno muestre las actas de los contactos con ETA.

A esta soledad parlamentaria los populares la compararon con el aislamiento que sufren los disidentes cubanos, pero tal vez deberían compararlo con el aislamiento que se les hace a los partidos ultraderechistas. Si el PP se queda solo cuando habla de terrorismo (igual que en la mayoría de sus propuestas) es porque ningún partido político está dispuesto a usar la lacra del terrorismo como baza electoral.